Turismo a Cuba: ¿llegará “la invasión”?
Fuente original: Cubahora
En tiempos en los que Cuba parece estar de moda y famosos artistas se toman fotos en las calles de La Habana, mientras que grupos de estadounidenses conocen el verdadero país —pese a la prohibición por leyes estadounidenses del turismo a Cuba—, resulta imprescindible reflexionar sobre las oportunidades, desafíos e imperativos del sector del turismo en el país.
Luego del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, una pregunta se hizo recurrente en los medios extranjeros, con la consiguiente especulación a su alrededor: ¿Está Cuba preparada para una "invasión" del turismo estadounidense? Sobre esta interrogante, ¿qué dicen los expertos? ¿Hay posibilidades de que ocurra la tal invasión? ¿De qué depende? ¿Qué principales retos tiene en este minuto la industria turística cubana?
Sobre estos temas, Cubahora dialoga con José Luis Perelló, profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, experto en temáticas sobre desarrollo turístico en Cuba.
Luego del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, una pregunta se hizo recurrente en los medios extranjeros, con la consiguiente especulación a su alrededor: ¿Está Cuba preparada para una "invasión" del turismo estadounidense? Sobre esta interrogante, ¿qué dicen los expertos? ¿Hay posibilidades de que ocurra la tal invasión? ¿De qué depende? ¿Qué principales retos tiene en este minuto la industria turística cubana?
Sobre estos temas, Cubahora dialoga con José Luis Perelló, profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, experto en temáticas sobre desarrollo turístico en Cuba.
—¿Qué lugar tiene el turismo dentro de la economía cubana?
—El turismo fue la primera opción dentro de la economía cubana en los años 90, cuando se planteó por el Comandante en Jefe asumir el desarrollo del turismo internacional como vía de captación de divisas. Fue un momento de la historia de Cuba difícil, marcado por la desaparición del campo socialista. El turismo sirvió en ese entonces para impulsar el desarrollo de otros sectores de la economía cubana, pero no con la mera intención de convertirse en la locomotora de la economía cubana. Cada uno de los sectores tiene la necesidad de tener su propia locomotora.
“A estas alturas hay tres sectores que son claves dentro la economía cubana: el primero son los servicios profesionales al exterior, el segundo es el turismo y el tercero es la industria médico-farmacéutica, los cuales tienen mayores posibilidades para insertarse en lo que podemos llamar el mercado global. El turismo ha servido también como impulsor de la verdadera imagen de Cuba. En 20 años han visitado Cuba 43 millones de extranjeros, que han conocido el verdadero país, han visto una isla que mantiene determinados valores e identidades, un patrimonio, una cultura y que ha logrado mantener determinados índices comparables a los de los países más industrializados del mundo, independientemente de las escaseces y los trabajos que pasan los cubanos en el día a día, y del Bloqueo durante 54 años”.
—El turismo fue la primera opción dentro de la economía cubana en los años 90, cuando se planteó por el Comandante en Jefe asumir el desarrollo del turismo internacional como vía de captación de divisas. Fue un momento de la historia de Cuba difícil, marcado por la desaparición del campo socialista. El turismo sirvió en ese entonces para impulsar el desarrollo de otros sectores de la economía cubana, pero no con la mera intención de convertirse en la locomotora de la economía cubana. Cada uno de los sectores tiene la necesidad de tener su propia locomotora.
“A estas alturas hay tres sectores que son claves dentro la economía cubana: el primero son los servicios profesionales al exterior, el segundo es el turismo y el tercero es la industria médico-farmacéutica, los cuales tienen mayores posibilidades para insertarse en lo que podemos llamar el mercado global. El turismo ha servido también como impulsor de la verdadera imagen de Cuba. En 20 años han visitado Cuba 43 millones de extranjeros, que han conocido el verdadero país, han visto una isla que mantiene determinados valores e identidades, un patrimonio, una cultura y que ha logrado mantener determinados índices comparables a los de los países más industrializados del mundo, independientemente de las escaseces y los trabajos que pasan los cubanos en el día a día, y del Bloqueo durante 54 años”.
—Los turistas que vienen a Cuba… ¿qué suelen buscar aquí? ¿Qué les atrae de este país?
—Yo diría que la propia idiosincrasia del cubano. Vienen a ver un pueblo que se ha mantenido intacto debido a la propia falta de recursos y bienes materiales, pero activo, vital, punto de concentración… Hay otros elementos que también son fortalezas: primero que es un destino seguro, mantiene su cultura impregnada en la población, que la conoce y la cultiva. Es un país que acepta al extraño con un carácter hospitalario increíble, y que ha estado vedado durante mucho tiempo, no solamente a los estadounidenses, sino a muchos segmentos de poblaciones que no venían por temores.
“Por supuesto, están nuestras playas. Soy de los que digo que nuestras playas son de las mejores del Caribe. Están en la costa norte, y para mí esta no es Caribe, es Atlántico, y la formación geológica de estas arenas cubanas del norte son diferentes”.
—Yo diría que la propia idiosincrasia del cubano. Vienen a ver un pueblo que se ha mantenido intacto debido a la propia falta de recursos y bienes materiales, pero activo, vital, punto de concentración… Hay otros elementos que también son fortalezas: primero que es un destino seguro, mantiene su cultura impregnada en la población, que la conoce y la cultiva. Es un país que acepta al extraño con un carácter hospitalario increíble, y que ha estado vedado durante mucho tiempo, no solamente a los estadounidenses, sino a muchos segmentos de poblaciones que no venían por temores.
“Por supuesto, están nuestras playas. Soy de los que digo que nuestras playas son de las mejores del Caribe. Están en la costa norte, y para mí esta no es Caribe, es Atlántico, y la formación geológica de estas arenas cubanas del norte son diferentes”.
—Luego de la aprobación por parte de Obama de un grupo de licencias que flexibilizan para los norteamericanos las posibilidades de viajar a Cuba, ha llegado al país un número creciente de estadounidenses. Por supuesto, no están viniendo en calidad de turistas porque esto está prohibido por ley, pero se están acercando de muchas maneras a Cuba. ¿Qué impacto puede ir teniendo eso dentro de la sociedad norteamericana, así como en la eliminación definitiva del Bloqueo?
—El turismo estadounidense ha venido siempre a Cuba. Ha sentido la curiosidad de ver aquello que está tildado de patrocinador del terrorismo. El estadounidense que está viniendo después del 16 de enero —cuando se amplió a 12 licencias— lo hace con el deseo de ligarse con el pueblo, conocer su cultura, ir a teatros, intercambiar con estudiantes, académicos, profesionales, caminar por sus calles. El otro turismo que quedaría es el de sol y playa.
“Los estadounidenses no pueden venir como turistas, pero pueden venir por intercambio periodístico, académico, actividades de tipo cultural, participación en el conocimiento de una cultura diferente… La actividad cultural es mejor en ese segmento de visitantes. Por supuesto, pudiera también ir a Varadero o a los cayos al norte de Villa Clara. No con una visa de turista, pero si hay un evento científico o cultural en Varadero, en sus ratos libres pudieran hacer vida del clásico turista de sol y playa. Han venido muchos hombres de negocios a Cuba, pero no pueden hacerlo con una visa de negocios. Por lo tanto, vienen a la ciudad, se hospedan en una casa particular o en un hotel, salen a caminar entre la población para buscar un contacto pueblo a pueblo…
”En todo momento, ese contacto people to people lo hemos practicado, no solo con los estadounidenses, sino con el mundo entero, por esa característica que tiene nuestro pueblo que es la gran capacidad de asimilar la interculturalidad. El pueblo de Cuba es totalmente intercultural, hay que ver simplemente la mezcla de religiones, en Cuba están representadas todas las religiones y hay un acercamiento entre todas. Nosotros por la calle ayudamos al visitante extranjero de cualquier parte del mundo. Primero se le ayuda y después se le pregunta de dónde es, y en un tiempo de veinte minutos ya lo tratamos de tú y le preguntamos qué es lo que quiere y a dónde quiere ir. Eso da una imagen de hospitalidad, del diálogo interrelacionar. El fenómeno central del desarrollo del turismo en Cuba tiene que estar muy ligado a la cultura.
”El otro aspecto fundamental que es necesario incorporar como una parte del turismo es el mantenimiento de la seguridad ciudadana en el destino turístico. Un destino inseguro entra en declive y es muy difícil recuperar la seguridad”.
—Se habla mucho de que Cuba no está preparada para asumir la avalancha de turistas estadounidenses que se espera. ¿Es verdad? Si así fuera, ¿cuáles serían aquellas áreas donde debería invertir la industria cubana del turismo?
—Yo soy de los que cree que no va a haber avalancha, sino simplemente un crecimiento en las llegadas turísticas, no solo de los Estados Unidos, sino de los principales emisores de turistas a Cuba, entre ellos Canadá. Canadá está manteniendo en este momento un crecimiento del 13 por ciento con respecto al año anterior. Por ejemplo, en 2014 arribaron 1 millón 175 mil canadienses, y este año va cerrando septiembre con un 13,2 por ciento de crecimiento. Ya han llegado 1 millón 22 mil cien canadienses. No creo que en un período de los próximos 3 años la cifra de estadounidenses que viaja a Cuba llegue a igualar la de Canadá, aunque son dos segmentos diferentes.
“Al estadounidense le interesan las ciudades, los pueblos, y Canadá viaja a Cuba huyéndole al frío y lo que busca es sol y playa en todos incluidos. Ahora, Cuba tiene que prepararse para ese crecimiento, pero el problema no está en los alojamientos, sino en la infraestructura general.
”A Cuba se viene en avión; por tanto, hace falta hacer una inversión en el sector aeroportuario. Se han construido decenas y decenas de nuevas habitaciones en hoteles, actualmente Cuba tiene 62 090 habitaciones y en casas particulares 18 000 habitaciones, por lo tanto, hay una capacidad habitacional. Por las propias dificultades del bloqueo y la falta de financiamiento, hay falta de mantenimiento en los hoteles, hay una gran cantidad de habitaciones fuera de orden, hoteles que no han podido recibir el mantenimiento que les correspondía. ¿Pero cuánto se ha hecho en ampliación del sector aeroportuario? Si no existe una inversión aeroportuaria habrá dificultades para recibir al visitante extranjero, porque no tendrá por donde llegar. Para que haya un crecimiento en las llegadas tiene que haber cientos de aviones, tiene que haber más vuelos comerciales, hay que dar más espacio en los aeropuertos para que esos aviones aterricen. Tiene que haber una ampliación en la propia logística de los aeropuertos, para demorarse menos. Eso implica equipos de revisión por rayos x, bandas transportadoras de equipajes, servicios de transporte para salir de los aeropuertos, son inversiones muy costosas.
”En lo otro que hay que pensar es en invertir en el sistema marítimo portuario. Hablamos de cruceros, pero, ¿dónde van a atracar los cruceros? Tienen que atracar en muelles, y tiene que haber una terminal de cruceros que atienda a los pasajeros para que reciban un proceso logístico igual que en el aeropuerto. En cuanto a los ferrys, para que accedan en nuestro país tienen que atracar en una terminal de ferrys, con todo lo que eso conlleva de infraestructura.
“¿Cuántos yatistas, una vez que se autorice por los Estados Unidos los viajes en yates privados, podrían arribar a Cuba? En el sur de la Florida hay 40 000 yates esperando la oportunidad, pero, ¿cuántos atraques para yates tiene Cuba? Mil y tantos tal vez, porque no es solamente un lugar donde amarrar el yate, eso implica una torreta que tenga una certificación de garantía.
”No es que el país no estaba preparado o se iba a preparar, es que el país no creyó que un escenario diferente en el mediano y corto plazo en las relaciones con Estados Unidos iba a suceder.
”Si nosotros vemos la ocupación hotelera hasta septiembre de este año, ha habido un crecimiento de 17,9 por ciento en la llegada de visitantes, la ocupación hotelera no llega al 60 por ciento. Por lo tanto, existen capacidades no utilizables en el alojamiento, de ahí que no creo que los principales obstáculos estén en el alojamiento.
”Hay 2 400 restaurantes privados en el país. En La Habana creo que uno cada 200 metros, pero faltarían cosas que hacer de acuerdo a los perfiles del nuevo visitante con intereses culturales. Habría que poner salas de música, salas de baile, salones para tomar café o cerveza cubana y que haya un grupo musical en vivo. Dar mayor entrada a los espectáculos deportivos”.
—El turismo estadounidense ha venido siempre a Cuba. Ha sentido la curiosidad de ver aquello que está tildado de patrocinador del terrorismo. El estadounidense que está viniendo después del 16 de enero —cuando se amplió a 12 licencias— lo hace con el deseo de ligarse con el pueblo, conocer su cultura, ir a teatros, intercambiar con estudiantes, académicos, profesionales, caminar por sus calles. El otro turismo que quedaría es el de sol y playa.
“Los estadounidenses no pueden venir como turistas, pero pueden venir por intercambio periodístico, académico, actividades de tipo cultural, participación en el conocimiento de una cultura diferente… La actividad cultural es mejor en ese segmento de visitantes. Por supuesto, pudiera también ir a Varadero o a los cayos al norte de Villa Clara. No con una visa de turista, pero si hay un evento científico o cultural en Varadero, en sus ratos libres pudieran hacer vida del clásico turista de sol y playa. Han venido muchos hombres de negocios a Cuba, pero no pueden hacerlo con una visa de negocios. Por lo tanto, vienen a la ciudad, se hospedan en una casa particular o en un hotel, salen a caminar entre la población para buscar un contacto pueblo a pueblo…
”En todo momento, ese contacto people to people lo hemos practicado, no solo con los estadounidenses, sino con el mundo entero, por esa característica que tiene nuestro pueblo que es la gran capacidad de asimilar la interculturalidad. El pueblo de Cuba es totalmente intercultural, hay que ver simplemente la mezcla de religiones, en Cuba están representadas todas las religiones y hay un acercamiento entre todas. Nosotros por la calle ayudamos al visitante extranjero de cualquier parte del mundo. Primero se le ayuda y después se le pregunta de dónde es, y en un tiempo de veinte minutos ya lo tratamos de tú y le preguntamos qué es lo que quiere y a dónde quiere ir. Eso da una imagen de hospitalidad, del diálogo interrelacionar. El fenómeno central del desarrollo del turismo en Cuba tiene que estar muy ligado a la cultura.
”El otro aspecto fundamental que es necesario incorporar como una parte del turismo es el mantenimiento de la seguridad ciudadana en el destino turístico. Un destino inseguro entra en declive y es muy difícil recuperar la seguridad”.
—Se habla mucho de que Cuba no está preparada para asumir la avalancha de turistas estadounidenses que se espera. ¿Es verdad? Si así fuera, ¿cuáles serían aquellas áreas donde debería invertir la industria cubana del turismo?
—Yo soy de los que cree que no va a haber avalancha, sino simplemente un crecimiento en las llegadas turísticas, no solo de los Estados Unidos, sino de los principales emisores de turistas a Cuba, entre ellos Canadá. Canadá está manteniendo en este momento un crecimiento del 13 por ciento con respecto al año anterior. Por ejemplo, en 2014 arribaron 1 millón 175 mil canadienses, y este año va cerrando septiembre con un 13,2 por ciento de crecimiento. Ya han llegado 1 millón 22 mil cien canadienses. No creo que en un período de los próximos 3 años la cifra de estadounidenses que viaja a Cuba llegue a igualar la de Canadá, aunque son dos segmentos diferentes.
“Al estadounidense le interesan las ciudades, los pueblos, y Canadá viaja a Cuba huyéndole al frío y lo que busca es sol y playa en todos incluidos. Ahora, Cuba tiene que prepararse para ese crecimiento, pero el problema no está en los alojamientos, sino en la infraestructura general.
”A Cuba se viene en avión; por tanto, hace falta hacer una inversión en el sector aeroportuario. Se han construido decenas y decenas de nuevas habitaciones en hoteles, actualmente Cuba tiene 62 090 habitaciones y en casas particulares 18 000 habitaciones, por lo tanto, hay una capacidad habitacional. Por las propias dificultades del bloqueo y la falta de financiamiento, hay falta de mantenimiento en los hoteles, hay una gran cantidad de habitaciones fuera de orden, hoteles que no han podido recibir el mantenimiento que les correspondía. ¿Pero cuánto se ha hecho en ampliación del sector aeroportuario? Si no existe una inversión aeroportuaria habrá dificultades para recibir al visitante extranjero, porque no tendrá por donde llegar. Para que haya un crecimiento en las llegadas tiene que haber cientos de aviones, tiene que haber más vuelos comerciales, hay que dar más espacio en los aeropuertos para que esos aviones aterricen. Tiene que haber una ampliación en la propia logística de los aeropuertos, para demorarse menos. Eso implica equipos de revisión por rayos x, bandas transportadoras de equipajes, servicios de transporte para salir de los aeropuertos, son inversiones muy costosas.
”En lo otro que hay que pensar es en invertir en el sistema marítimo portuario. Hablamos de cruceros, pero, ¿dónde van a atracar los cruceros? Tienen que atracar en muelles, y tiene que haber una terminal de cruceros que atienda a los pasajeros para que reciban un proceso logístico igual que en el aeropuerto. En cuanto a los ferrys, para que accedan en nuestro país tienen que atracar en una terminal de ferrys, con todo lo que eso conlleva de infraestructura.
“¿Cuántos yatistas, una vez que se autorice por los Estados Unidos los viajes en yates privados, podrían arribar a Cuba? En el sur de la Florida hay 40 000 yates esperando la oportunidad, pero, ¿cuántos atraques para yates tiene Cuba? Mil y tantos tal vez, porque no es solamente un lugar donde amarrar el yate, eso implica una torreta que tenga una certificación de garantía.
”No es que el país no estaba preparado o se iba a preparar, es que el país no creyó que un escenario diferente en el mediano y corto plazo en las relaciones con Estados Unidos iba a suceder.
”Si nosotros vemos la ocupación hotelera hasta septiembre de este año, ha habido un crecimiento de 17,9 por ciento en la llegada de visitantes, la ocupación hotelera no llega al 60 por ciento. Por lo tanto, existen capacidades no utilizables en el alojamiento, de ahí que no creo que los principales obstáculos estén en el alojamiento.
”Hay 2 400 restaurantes privados en el país. En La Habana creo que uno cada 200 metros, pero faltarían cosas que hacer de acuerdo a los perfiles del nuevo visitante con intereses culturales. Habría que poner salas de música, salas de baile, salones para tomar café o cerveza cubana y que haya un grupo musical en vivo. Dar mayor entrada a los espectáculos deportivos”.
—Con respecto a la idea de desarrollar el turismo de cruceros, ¿qué ventajas y desventajas tendría para el país?
—El ingreso producto del turismo de crucero es una responsabilidad del propio país. El crucerista viene en su propio hotel flotante, por lo tanto, no se hospeda. Pero, ese crucerista al bajar tiene que pagar una tasa, y ese crucero tiene que contratar servicios en el puerto. Puede que haya personas que se queden en el crucero, pero otros saldrán para hacer cosas. El ingreso que deje el crucerista es responsabilidad de las agencias de viaje, que son las que tienen que ofertar excursiones.
“Para que arriben los cruceros hace falta aceleradamente construir la infraestructura que lo permita. Las compañías de cruceros estadounidenses reconocen como puertos interesantes La Habana, Baracoa, Manzanillo, Santa Cruz del Sur, Cienfuegos, Casilda, María la Gorda, incluso los itinerarios que están proponiendo en este minuto son de bojeo, porque en el resto del Caribe nuestros hermanos caribeños tienen islas de sol y playa. Nosotros vamos a ofertar un turismo de naturaleza y cultural, por lo que en el plan de desarrollo del sector del turismo están contempladas todas esas modalidades del turismo náutico. No solamente cruceros, están los clubes náuticos, el chárter náutico, competencia, regata, todas las actividades deportivas y recreativas que se hacen en los espejos de agua. Nosotros tenemos muchos espejos de agua, cada presa tiene un espejo de agua, cada río tiene un lugar navegable donde hacer turismo de aventura, remo, canotaje.
”Creo que el turismo de crucero es importante porque pudiéramos, de una vez por todas, decir que el archipiélago cubano es un destino turístico integral.
”El turismo de crucero crece desde hace varios años al 10 por ciento, es la modalidad de turismo que más crecimiento tiene. En el año 2014, el 44,9 por ciento del turismo de cruceros del mundo se concentraba en el Caribe, pero en los últimos tiempos ha habido un deterioro de otras de las zonas importantes del turismo que es el Mediterráneo, debido a la migración que está ocurriendo, más la crisis política y económica en Grecia. Esto complica que las compañías de cruceros del Mediterráneo empezarán a hacer operaciones hacia la zona del Caribe, porque es propicia y están en la misma latitud. Hasta ahora a Cuba no la toca ninguno de los itinerarios de cruceros. Cuando empiece el crucerismo, simplemente incorporarán a Cuba en los puertos de parada”.
—El ingreso producto del turismo de crucero es una responsabilidad del propio país. El crucerista viene en su propio hotel flotante, por lo tanto, no se hospeda. Pero, ese crucerista al bajar tiene que pagar una tasa, y ese crucero tiene que contratar servicios en el puerto. Puede que haya personas que se queden en el crucero, pero otros saldrán para hacer cosas. El ingreso que deje el crucerista es responsabilidad de las agencias de viaje, que son las que tienen que ofertar excursiones.
“Para que arriben los cruceros hace falta aceleradamente construir la infraestructura que lo permita. Las compañías de cruceros estadounidenses reconocen como puertos interesantes La Habana, Baracoa, Manzanillo, Santa Cruz del Sur, Cienfuegos, Casilda, María la Gorda, incluso los itinerarios que están proponiendo en este minuto son de bojeo, porque en el resto del Caribe nuestros hermanos caribeños tienen islas de sol y playa. Nosotros vamos a ofertar un turismo de naturaleza y cultural, por lo que en el plan de desarrollo del sector del turismo están contempladas todas esas modalidades del turismo náutico. No solamente cruceros, están los clubes náuticos, el chárter náutico, competencia, regata, todas las actividades deportivas y recreativas que se hacen en los espejos de agua. Nosotros tenemos muchos espejos de agua, cada presa tiene un espejo de agua, cada río tiene un lugar navegable donde hacer turismo de aventura, remo, canotaje.
”Creo que el turismo de crucero es importante porque pudiéramos, de una vez por todas, decir que el archipiélago cubano es un destino turístico integral.
”El turismo de crucero crece desde hace varios años al 10 por ciento, es la modalidad de turismo que más crecimiento tiene. En el año 2014, el 44,9 por ciento del turismo de cruceros del mundo se concentraba en el Caribe, pero en los últimos tiempos ha habido un deterioro de otras de las zonas importantes del turismo que es el Mediterráneo, debido a la migración que está ocurriendo, más la crisis política y económica en Grecia. Esto complica que las compañías de cruceros del Mediterráneo empezarán a hacer operaciones hacia la zona del Caribe, porque es propicia y están en la misma latitud. Hasta ahora a Cuba no la toca ninguno de los itinerarios de cruceros. Cuando empiece el crucerismo, simplemente incorporarán a Cuba en los puertos de parada”.
Frente a las oportunidades en el horizonte de la industria turística cubana, enormes son los retos que tiene el país: convertir a Cuba en un destino para el crucerismo, desarrollar inversiones en el sistema aeroportuario, mejorar la infraestructura hotelera, incrementar la oferta cultural, lograr que el país sea un sitio permanente no solo para el turismo de sol y playa… De acuerdo a los cálculos de nuestro entrevistado, el año 2015 pudiera cerrar con más de 3,5 millones de visitantes internacionales, de ellos unos 145 000 estadounidenses, o sea, unos 50 000 más que los que arribaron en 2014. Mientras las cifras están en el ambiente y no pocas celebridades muestran en sus redes sociales la Cuba que están conociendo, el país deberá proyectarse cada vez más en esos desafíos.
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