Edición 87 de la regata St. Petersburg-La Habana rescata tradición náutica tras 58 años de interrupción.

Goleta Lynx rumbo a Cuba.
Goleta Lynx rumbo a Cuba.

“Estoy orgulloso de que la Ciudad de St. Petersburg esté envuelta en
este evento, y creo que el deporte, como la regata, el arte y la
cultura hacen un puente para propiciar la unión de los pueblos con
amistad”

Rick Creiseman, alcalde de la ciudad de St.Petersburgo, Florida, Estados Unidos.
St. Petersburgo, Florida. Febrero 28. Pasaron 58 años sin que los barcos de vela crucero volvieran a dirigir sus proas, viento en popa, para salir de la bahía de Tampa, en Florida, Estados Unidos, y cruzar las aguas del Golfo de México para descender hasta La Habana, pero el último día de febrero de este 2017 marcará el reinicio de una de las regatas más antiguas que se organizara entre Estados Unidos y Cuba.
Así, la náutica, y la vela en particular, se confirman como la modalidad deportiva que vuelve a conectar a cubanos y estadounidense.
Es el resultado de años de gestiones y acuerdos entre los clubes náuticos Internacional Hemingway de Cuba y el St. Petersburg Yatch Club, que desde 1992 hacen esfuerzos por rescatar una prueba de navegación que fue gestada en 1930 para premiar a las mejores tripulaciones, estadounidenses y cubanas, que se impusieran en las distintas categorías de barcos después de vencer más de 300 millas náuticas, enfrentando en ocasiones serios obstáculos que la meteorología interponía en el camino de los barcos y sus tripulaciones.
En la ciudad de St. Petersburg, el alcalde de la ciudad, Rick Kriseman, ha expresado por años la intención de acercar a los pueblos de Estados Unidos y regata-hacia-la-habana
Cuba, y como autoridad ofrece ahora todo el apoyo para que las más de quinientas personas que viajan a bordo de las ochenta embarcaciones que intervienen en la regata tengan una exitosa competencia y feliz estancia en Cuba.
“Estoy orgulloso de que la Ciudad de St. Petersburg esté envuelta en este evento, y creo que el deporte como la regata, el arte y la cultura hacen un puente para propiciar la unión de los pueblos con amistad” ha dicho Kriseman, quien asistió al Club de Yates de St.Petersburg para desear feliz travesía a los participantes en la regata durante un breve discurso. El político dijo sentir emoción porque las personas de su ciudad y su país pudieran viajar a la Habana y toda Cuba para tener la bella experiencia de vivir personalmente la cálida
acogida que los cubanos brindan.
En medio de opiniones y gestiones que surgen en el propio estado de la Florida por revisar y deshacer los avances que en materia de normalización de relaciones lograron hasta ahora Cuba y Estados Unidos, durante los últimos años de la administración del presidente Barack Obama, el alcalde de la Ciudad de St. Petersburg, Rick Kriseman, considera que la celebración de la regata de vela crucero hasta La Habana “es un paso de avance en la dirección correcta” por lo que “si se hace ese evento cada año, se avanza en la unión de los pueblos” porque es “una oportunidad para tener más interacción y lograr aprender unos de otros”.
Preguntado sobre cómo ve el futuro de las relaciones, en particular entre las ciudades portuarias de St. Petersburg y Tampa con Cuba, Kriseman consideró que “el futuro para él significa una oficina consular de Cuba en la ciudad que administra y disfrutar de las presentaciones de los músicos cubanos y de los artistas, mientras los de ST. Petersburg muestran su arte también en Cuba, al tiempo que los deportistas logran intercambios amistosos”.
Rick Kriseman estuvo en la capital cubana en marzo del pasado año, como parte de la comitiva que acompañaba al equipo de béisbol Tampa Bay Rays, que enfrentó a una selección cubana en ocasión de la visita del entonces presidente Barack Obama a Cuba.
R. Kreiseman viajará a la capital cubana el próximo fin de semana encabezando una delegación de personas de la vida política y social de las ciudades de St. Petersburgo y Tampa a propósito de la culminación de la regata de veleros crucero.
Casi un año después, hay un ambiente competitivo entre los participantes en la regata St. Petersburg-La Habana, pero ganan los sentimientos de amistad y respeto por los códigos de ética, una distinción propia de quienes se hacen al mar para navegar.
El evento deportivo cumple su edición 87 y ahora, con la embarcación Mícara y su tripulación cubana, se retoma la tradición con un barco inscripto en la justa, representando Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba. La dotación está integrada por el capitán Fernando Cabrera, el navegante José Recio y el marinero René Cordero. La embarcación llegó a puerto del Club Náutico de Cayo Hueso y se incorporará a la regata cuando los barcos procedentes de la bahía de Tampa pasen a la altura de las islas de Dray Tortuga.
El matiz internacional y la cantidad de personas y barcos involucrados hace que la regata sea histórica, con representantes de doce países en total lo que convierte el hecho deportivo en un acontecimiento de gran magnitud por su alcance social y mensaje de amistad que envía a las comunidades náuticas y personas que en Estados Unidos y Cuba caminan por el sendero de la normalización de las relaciones entre ambos países.

Rumbo a La Habana.
Rumbo a La Habana.
Regata hacia La Habana
Regata hacia La Habana
Regata hacia La Habana
Regata hacia La Habana
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Información de: Cubadebate

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