Esta vez sin muros
La línea que separa la Casa Blanca de los negocios de la familia Trump es inexistente. Kellyanne Conway, consejera del presidente, pidió el jueves desde la Casa Blanca a los estadounidenses que compren ropa de la colección de la hija de Donald Trump, violando las normas éticas de los funcionarios públicos. (Fuente: El Mundo)
Guillermo TellSin tapujo alguno, la funcionaria reconoció durante una entrevista concedida a la cadena de televisión FoxNews, que estaba haciendo “publicidad” gratuita a favor de los intereses económicos privados de la familia del mandatario. “Vayan hoy mismo y compren productos de Ivanka”, promocionó.
Pronto surgieron voces críticas en redes sociales y entre ellas las del ex subsecretario de Empleo, Chris Lu, quien evocó la ley ética federal, entre cuyas reglas reza que un empleado no usará su cargo público “para la promoción de cualquier producto, servicio o empresa” ya sea para su ganancia personal la de sus amigos y familiares.
Tampoco es para sorprenderse de que ocurra algo semejante si el mismo Trump se enfrascó en la defensa de su hija favorita, casada con el principal asesor presidencial, después que los grandes almacenes Nordstrom decidiera dejar de vender la marca Ivanka porque no había suficiente demanda.
A todas luces para este recién estrenado ejecutivo estadounidense de millonarios las fronteras éticas entre lo gubernamental y los negocios privados dejaron de existir. Esta vez no habrá muros, solo se reservará por el momento para inmigrantes del Sur en búsqueda del llamado sueño americano.
Cubadebate
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