MI Bandera Cubana
La bandera más bella que existe...
La estrella solitaria de cinco puntas, representa la república libre, independiente y soberana que debía ser Cuba y a la unidad de los cubanos. El rojo, ubicado dentro de un triángulo en clara alusión al tríptico de los ideales franceses de: libertad, igualdad y fraternidad, alude a la sangre derramada en la lucha. Las franjas blancas a la pureza de los ideales y a la virtud de los cubanos. Las azules (por los tres departamentos en que se dividía en esa época Cuba: Occidente, Centro y Oriente), revelaban las elevadas y celestiales aspiraciones de los patriotas.
El significado de los símbolos reflejados en la Bandera Cubana, los dio hace más de 150 años, Cirilo Villaverde, autor de la célebre "Cecilia Valdés" y aparece en libro de Ponte Domínguez, Francisco J. "La masonería en la Independencia de Cuba" La Habana, 1954. p. 44.:"Hoy es bastante conocido quien fue el autor del estandarte aunque es menos divulgada su génesis, inspirada en la simbología masónica.
Según testimonio de Cirilo Villaverde, a principios del siglo XIX. acostumbraban a reunirse, en la casa del también masón y poeta Teurbe Tolón, varios cubanos partidarios de la causa separatista. En una de estas tertulias se comenzaron a manejar ideas para la elaboración del pabellón cubano. Narciso López propuso tres franjas azules en campo blanco, representativas de las tres regiones militares en que se dividía el país. Para el color rojo, según Villaverde (...) "López, que era francmasón, naturalmente optó por el triángulo equilátero", que simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático.
La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad. La bandera comprende además en su integración los tres números simbólicos. El tres (tres franjas azules) representa la armonía perfecta; el cinco, resultado de la suma de todas las franjas, significa el espíritu vivificador, que perpetúa la naturaleza; y el siete que se obtiene al sumar el triángulo y la estrella es un número considerado divino por los judíos y los griegos.
Conocido es el hecho, de que la mayoría de los gestores y los más sobresalientes caudillos de la independencia cubana en el siglo XIX, fueron masones. Así, antes de lanzarse a sus afanes emancipadores, fue un reconocido masón, el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, quien presidía en los días del alzamiento de 1868 la Logia Buena Fe, de Manzanillo. También perteneció a la fraternidad, Perucho Figueredo, el autor del Himno Nacional cubano; El Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz; El Lugarteniente General Antonio Maceo y el Generalísimo Máximo Gómez, protagonistas ambos de las dos contiendas, así como el Héroe Nacional José Martí, el alma de la campaña de 1895, que daría al traste con la dominación española de la isla…".Francisco J. Ponte Domínguez, La masonería en la Independencia de Cuba
Poema "Mi Bandera".
Una de las poesías más conocida sobre la bandera cubana es la de Bonifacio Byrne, compuesta por el autor al regresar a Cuba después de terminada la Guerra Cubano-Hispano-Americana, y en ella expresa su angustia frente a la incertidumbre del futuro nacional amenazado por una bandera extranjera, que él pudo ver desde el barco en que entraba en la bahía de La Habana, izada en la fortaleza del Morro junto a la bandera cubana.
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste... !
Con la fe de las almas austeras,
hoy sostengo con honda energía,
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡la mía!
En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudariode
los pobres guerreros difuntos.
Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde;
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!
En el fondo de obscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve...
¿No la veís? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella,
con más luz cuando más solitaria.
Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos,
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.
Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el Sol, con su lumbre,
la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!
en el llano, en el mar y en la cumbre.
Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día...
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!...
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