Despedida para Obama
Por Ana Hernández
Barack Obama abandona la silla presidencial
de Estados Unidos, luego de dos mandatos, y lo hace con muchas promesas
incumplidas, que es lo mismo decir: con bastante ruido, pero pocas
nueces. Por esta razón, merece que le haga una despedida.
A
pocos meses de asumir la presidencia le “regalaron” el Premio Nobel de
la Paz, título que al parecer lo estimuló para multiplicar por cinco el
número de asesinatos que Bush mandó a cometer durante sus ocho años de
gobierno.
Múltiples
actos ha realizado Obama como inquilino de la Casa Blanca, aunque todas
bastante alejadas de lo prometido en medio de las fanfarrias de su
campaña electoral. Tanto es así, que pudieran ser interminables, pero
como estas líneas son una “despedida”, solo tomaré algunas, o mejor
dicho aquellas en las que a mi juicio más se “destacó”.
Su
política tuvo como premisa: “torcerle el brazo” a personas, líderes y
naciones que no se plegarían a los designios imperiales. Durante estos
ocho años, el primer presidente afrodescendiente de los Estados Unidos,
“sobresalió” con varias acciones:
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Blanqueó grupos antidemócratas en Polonia.
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Se reunió con los golpistas gobernantes y reafirmó su intención amenazante de poner a la OTAN en la frontera rusa.
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Entrenó a terroristas mercenarios anti-sirios y les entregó todos los medios militares para que destruyeran el país.
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Envió armas y dinero a sionistas israelíes, hasta 38 mil millones de dólares, para que se afianzaran como fuerza colonialista en Palestina.
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Financió en Venezuela, con presupuesto del régimen que representa, a la ultraderecha para promover las revueltas primaverales, “guarimbas”, guerra económica, paramilitarismo.
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Contra Cuba, a pesar del restablecimiento de relaciones, ejecutó la entrega millonaria de dólares a emisoras de radio, equipos diversos de transmisiones y a grupos que trabajan para su departamento de Estado y la CIA, suma aprobada en los presupuestos de su Presidencia. También mantiene sus tropas de ocupación en Guantánamo y se aisló contra el mundo que le dice No al bloqueo.
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Ordenó crímenes mediante drones que han acabado con la vida de casi 4 mil personas seleccionadas, sin contar los millones de muertes causadas y personas desplazadas por las guerras que emprendió.
-
Obama, en el transcurso de su mandato, ha llevado los ejércitos del imperio a 135 países.
Como
dije, estas son solo una muestra, pero a la “despedida” de Obama, no le
pueden faltar los “ribetes dorados” de haber sido el presidente, que en
más de cincuenta años, rompió el hielo en cuanto a las relaciones
Cuba-EE.UU.
El
anuncio lo hizo el 17 de diciembre del 2014 y la noticia corrió como
pólvora. Desde entonces hasta hoy se han dado pasos, pero deja un montón
de insatisfacciones para ese pueblo cubano…, que según sus propias
palabras, es preciso “ayudar”.
Obviamente
este acercamiento con Cuba es uno de los actos que lo pasan a la
historia del imperio norteño, sin embargo deja el bloqueo intacto a
pesar de que hubiera podido hacer mucho más por desmembrarlo, y lo
resuelto hasta ahora beneficia mayoritariamente a EE.UU. y no a Cuba.
Obama
deja la silla presidencial de Washington, y de ese anuncio sobre el
restablecimiento de relaciones a la hora de esta “despedida” me golpean
en la mente frases como: “En 50 años no funcionó la política de
aislamiento, por tanto es hora de cambiarla…”
Obama
además, nos pidió olvidar la historia…, esto si no fuera patético es
irrisorio cuando este es un país que a lo largo de la historia ha
sufrido con creces los embates de la política imperial en aras de
“torcerle el brazo” a los cubanos, por el simple hecho de construir una
Revolución Socialista y soberana en sus propias narices. A esto es
indispensable agregar que allí, bajo su cielo, se protege al mayor
terrorista de este hemisferio, Luis Posada Carriles.
Se
despide Obama y hay que reconocerle ese acercamiento con la
indoblegable vecina isla del Caribe. Pero a él que se va de la
presidencia, y “al malo o al peor”
que está por llegar, si pretende o no continuar el deshielo, tendrá que
anotar en su agenda que, cubanas y cubanos aprendimos a transitar la
historia derrotando afrentas con la frente plena de martianas estrellas
insurrectas.
Tendrá
además, que llevar en su agenda que somos hijos de Caguairán, de raíces
duras y de espeso follaje, amantes de la justicia que se empina tan
alta como nuestras palmas.
Para
Obama, que lo despido, y para “el malo o el peor” que está por llegar,
les dejo unos versos que el Che dedicara a Fidel. En ellos encuentro una
pequeña síntesis de cubanas y cubanos, que no cambian su dignidad ante
promesas e intentos de “ayuda” del Norte: “No pienses que puedan menguar nuestra entereza las decoradas pulgas armadas de regalos.” (Pensando Américas)
Tomado de Razones de Cuba
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